Inauguramos El Huerto de Lucas: un espacio de mercado y cantina biológica. Paula Rosales y su equipo more-co han realizado la reforma interior de una antigua panificadora con criterios de arquitectura y construcción biosaludables. Y he complementado su proyecto desde las emociones: buscando una experiencia interior que además de sana y con sentido, invita a sentirse bien.
¿Qué es el diseño biosaludable? Y qué tiene que ver con las emociones?
Entendemos biosaludable como bienestar + salud. Está hecho con materiales libres de tóxicos (por tanto mejor para nuestra salud), y nos aporta bienestar, pues además de dar sensaciones placenteras, sabemos que son sanos para nuestro cuerpo y mejores para el medio ambiente.
El espacio del mercado es el "envoltorio" de los productos que se venden y consumen en él. A todas las escalas, hemos tomado cada decisión y elegido cada objeto para que el mercado sea acogedor y honesto, un espacio contemporáneo de gusto cotidiano. Lo hemos llamado "supernormal": queremos que sea un mercado familiar, como el salón de tu casa o el mercadillo de la plaza del pueblo, un lugar cariñoso y amable. Era el deseo de nuestro cliente que el mercado no sea solamente un espacio comercial sino un lugar en el que se aprenda a vivir de forma saludable, un punto de encuentro que invite a quedarse.
Además de buscar y cuidar las sensaciones, cada decisión de diseño cumple varias funciones. Por ejemplo, cada puesto se ha cubierto con un toldo de tela, pues además de dar sensación de mercado a pie de calle y ser un material blando y amable, funciona muy bien acústicamente tanto fuera como dentro del puesto, nos sirve de difusor de aire frío y caliente, protege e ilumina cada puesto y es una lámpara gigante por la noche.
En el centro del Huerto cuelga una instalación de plantas del artista Jerónimo Hagerman. Nos encantó desde el principio cómo nos da tanto los niveles de funcionalidad como emocionabilidad que hemos buscado en cada parte del proyecto. Usa plantas, que, además de aportar frescor visual y humedad, purifican el aire, dan sombra en días soleados, rompen la reverberación del sonido, y se pueden mover, por tanto cambiando el aspecto del mercado cada día.
Nuestro cliente es especialmente exigente en la salubridad física, y nuestro diseño ha sido especialmente cuidadoso en que todos los materiales utilizados sean libres de tóxicos. Paula Rosales incorporó al equipo a la empresa d-fine, especializada en estrategias para la sostenibilidad. Cada material se ha estudiado desde tres criterios: economía, composición química e impacto medioambiental. Si te interesa leer más sobre ello, Paula ha publicado en su blog un artículo dedicado a este tema, que puedes leer pinchando aquí.